sábado, 14 de junio de 2014

Como partículas elementales

...Ya dejaré de luchar contra mi "simtu" destino ineludible que rige nuestras vidas según los asirios. Hoy, digo, por razones que seguro les aburriría oír, no podré ofrecerles mi habitual soliloquio. No obstante he decidido, aunque usando un medio poco habitual, dejarles mi última reflexión... No me perdonaría (o mejor "no podría") dejar de hacerlo... 




De las leyes naturales por las cuales uno es una cosa y no otra y nuestro comportamiento es este y no el otro, he ido a encontrar, casualmente, la ley que rige, en parte, lo que somos tú y yo. Bueno, si no lo que somos sí como nos comportamos. Lo curioso es que nos comportamos, según todos los indicios como quarks, es decir esas pequeñas partículas elementales de las que está hecho todo lo material.

Esta ley a la que me refiero no es esa de: “los opuestos se atraen”. Ni siquiera de aquella de: “lo semejante atrae a lo semejante”, leyes que pueden tener validez, no lo dudo, en otros caracteres, pero no en ti y en mi. Es otra ley la que nos alumbra a nosotros dos.

Nosotros como los quarks, en distancias cortas nos sentimos libres, y en eso volvemos a romper las leyes de la electrodinámica y la gravitatoria, que rompemos tantas veces. Sin embargo, cuando la distancia entre nosotros, como en esas partículas elementales,  aumenta, la fuerza que nos une aumenta en la misma proporción. 

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